Como toda historia, esta también tiene su principio y es, antes de que su servidor terminara sus estudios profesionales por allá de 1978, formando parte de otro despacho de contadores, siempre tuve muy presente que, al concluir mis estudios profesionales, debía formar un Despacho, y así, constituí con otros contadores, una sociedad civil con la actividad principal de servicios de contabilidad en general, siendo esta la primera versión del Despacho en 1985, con sede en la ciudad de México.

Fue un inicio muy complicado, ya estaba todo o casi todo, menos los clientes ansiados, más con la limitante del código de ética profesional que rige la actividad de los contadores independientes, en el sentido de la publicidad que no podemos hacernos, pero poco a poco y con la recomendación de los pocos clientes que formaban la cartera del Despacho, fue que empezó a crecer.

Con el paso del tiempo me di cuenta de que, la actividad del contador público independiente va más allá del registro sistemático de las operaciones económicas de cualquier entidad; porque te conviertes en el centro de solución integral, y es necesario capacitase en áreas vinculadas a la actividad del contador público. Incursionando en servicios como el de auditoría fiscal y financiera, administración de personal, peritajes contables en juicios, consultoría fiscal y financiera, etc. Desde entonces el personal profesional que forma este Despacho, está permanentemente capacitado para proporcionar servicios profesionales de calidad.

A finales del 2011, el Despacho llegó a su versión actual, con sede en el municipio de Tlalnepantla, en el Estado de México y conformado por profesionistas con el más amplio sentido de ética profesional, prestando servicios a empresas con diversidad de giros como: construcción, fabricación, comercialización y servicios; así como, servicios a asociaciones civiles y asociaciones religiosas.

C.P. Manuel Enrique Bravo Villagrán.